Muchos que ahora se animan a dar charlas o debates sobre el Riachuelo, hasta ayer (sí, ayer) no querían saber nada con el tema, era tabú, y seguramente lo seguirá siendo, cuando los fuegos de artificio de la caída del juez Armella se apaguen.
Cuando decimos que apoyamos y sostenemos el Proyecto Nacional en marcha, no estamos pensando en personas, sino en políticas de inclusión social, y en contra del neoliberalismo residual, de adentro y de afuera del movimiento.
No vamos a tolerar negocios inmobiliarios ni componendas espúrias. El pensamiento crítico y la movilización social son el reaseguro del "nunca menos" que defenderemos con la participación de los involucrados: el pueblo.
¿QUÉ HACEMOS CON EL ESPACIO PÚBLICO? ¿eh? ¿QUÉ HACEMOS?
¿LA NEGOCIACIÓN DE LA NEGOCIACIÓN?
No es el camino.
Nos hemos cansado de presentar nuestro proyecto vivo:
RIACHUELO CORREDOR TURISTICO PRODUCTIVO RIBEREÑO
Pero insisten en no querer escucharnos.
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